Cuando Winsloe volvió yo dormitaba sobre la silla. Él irrumpió en la celda agitando un sobre de papel de estraza.
– Me llevó un tiempo encontrar estos papeles-dijo-. Larry los había archivado ya en su… los había puesto en una caja. Demasiado eficiente.
Me desperté. Intenté parecer interesada. Por casualidad bostecé.
– ¿Te aburro, Elena? -preguntó Winsloe. El borde de su voz transformó su sonrisa en una mueca que dejaba sus dientes a la vista.
– No, no -Me tragué otro bostezo-. Por supuesto que no. ¿Qué tienes allí?
– Las fotos de vigilancia de un werewolf que me gustaría que identificaras.
– Seguro -Maldición, Elena. ¡Deja de bostezar!- si es que puedo, pero mi memoria para los rostros es bastante mala.
– Eso está bien. Éste no tiene un rostro -Winsloe se rió-. No un rostro humano, quiero decir. Él es un lobo. Si me preguntas, todos los lobos se ven iguales, razón por la cual Larry no se molestó en pedirle un ID. Pero entonces pensé, tal vez esa clase de pensamiento está demasiado centrada en las razas. Tú sabes, como esos testigos que se paran y apuntan con el dedo al tipo negro porque todos los hombres negros les parecen iguales.
– Uh-huh -Ya tengo el punto. Por favor. Antes de que me vaya a la deriva.
– Entonces, pensé, tal vez todas las caras de lobo no le parecen iguales a un lobo. O a un lobo de medio tiempo -Otra risa alegre que puso mis nervios de punta.
– Haré todo lo posible -dije-. Pero si he visto a este callejero antes, probablemente sólo lo he visto como humano. Su olor sería mejor.
– Olor -Winsloe chasqueó sus dedos-. Ahora por qué no pensé en esto. ¿Lo ves? Centrado en la raza otra vez. Creo que soy agudo si logro identificar el olor de la pizza con pepperoni.
Estiré mi mano hacia el sobre. Él se tiró en la cama y la golpeó a su lado, como si no me hubiera visto extendiendo la mano.
– ¿Puedo ver…? -Empecé a decir.
– Un equipo descubrió a este tipo anoche tarde. No, supongo que debió ser temprano esta mañana. A altas horas de todos modos.
Asentí con la cabeza. Por favor, por favor, por favor ve al grano.
– En circunstancias muy extrañas -reflexionó Winsloe-. Desde que te trajimos a ti y a la vieja bruja, hemos tenido un equipo tratando de encontrar al resto de tu grupo. Siempre podríamos usar a otro werewolf, y Larry sigue con ganas adquirir ese demonio de fuego. Les perdimos la pista después de que las atrapáramos a ustedes dos. Esto no es exactamente un secreto, aunque no le digas a Larry que te dije. Él no está demasiado contento con todo el asunto, pero estoy seguro de que te hace sentir mejor saber que tus amigos escaparon.
Winsloe hizo una pausa. Y esperó.
– Gracias -dije-, por decírmelo.
– De nada. Así, hemos tenido este equipo explorando el área, recogiendo pistas, la mayor parte de ellas inútiles. Ayer, Tucker llamó al grupo de vuelta y envió otro para reemplazarlos. Para mantener la moral alta y todo eso. El primer equipo se volvía y pasó la noche en algún motel. A la mañana siguiente, despertaron justo antes del amanecer, salieron fuera y ¿Qué crees que vieron allí, en el borde de los bosques?
– A-uh -Vamos, cerebro, despierta-. ¿A-umm, un lobo?
– Me alegra ver que prestas atención, Elena. Sí, era un lobo. Un enorme hijo de puta de lobo. Parado ahí mismo, mirándolos. Ahora esta es la coincidencia más grande en el universo o este werewolf había estado siguiéndolos. Buscando un pelotón de salvamento.
Mi cerebro daba patadas ahora-.¿Dónde estaba?
– ¿Importa?
– Todos los werewolves son territoriales. Técnicamente los callejeros no pueden tener un territorio, pero la mayoría se mantiene en un pedazo de tierra familiar, como un estado, sólo moviéndose entre ciudad y ciudad. Si yo supiera donde ocurrió esto, me ayudaría a imaginar quién podría haber sido.
Winsloe sonrió-.Y ayudarte a imaginar dónde estás tú. Nada de eso, Elena. Ahora, déjame contar mi historia. Siguiendo, los guardias vieron este lobo y se dieron cuenta que eso era un werewolf. Uno agarró una cámara y le sacó algunas fotos. Los otros dos fueron a buscar las armas tranquilizantes. Antes de que pudieran sacarlas, sin embargo, el lobo desapareció. Luego de eso, se pusieron en marcha y entraron en los bosques. ¿Y sabes qué? Él estaba ahí mismo, como si esperase. Ellos se acercaron, él corrió, luego se detuvo y esperó. Atrayéndolos. ¿Puedes creerlo?
– Los werewolves retienen la inteligencia humana. No es que extraño -Pero lo era. ¿Por qué? Porque atraer a la presa es una táctica animal y los callejeros no usaban tácticas de animales. No, me corregí rápidamente. Ellos raramente usan tácticas de animales. Por supuesto podían. Algunos lo hacían.
– Espera -dijo Winsloe, sonriendo abiertamente-. Esto se pone más extraño aún. ¿Sabes lo que hizo este lobo después? Él los separó. Toma un equipo de comandos, incluidos antiguos marines, e imagina cómo separarlos. Entonces él comienza a liquidarlos. ¡Los mató! ¿Puedes creerlo? -Winsloe se rió y sacudió su cabeza-. Hombre, lamento no haber estado allí. Un werewolf convirtiendo a esos militares imbéciles en idiotas farfullantes, vagando por los bosques, siendo liquidados como tontos en un movimiento rápido de horror. El lobo mató dos y luego fue tras el tercero. ¿Y qué crees que hizo?
Mi corazón palpitaba ahora -¿Lo mató?
– ¡No! Este es el chiste. Él no lo mató. Lo hizo correr. Como si tratara de agotarlo, como si quisiera mantenerlo vivo, pero demasiado débil para luchar. Bien, tal vez estoy viendo demasiado en esto, atribuyendo motivaciones humanas a un animal. ¿Antro… como llaman a esto?
– Antropomorfismo -susurré, sintiendo como si todo el aire hubiese sido extraído de mis pulmones, sabiendo que esto no era ninguna interrupción casual.
– Exacto. Antropomorfismo. Oye, eso es lo que tu novio estudia, ¿verdad? Religiones antropomórficas. Aburrido como el infierno si me preguntas, pero la gente dice eso sobre los ordenadores, también. Cada uno con sus cosas. ¿Ahora dónde iba yo?
– El lobo -susurré-. Agotando al último sobreviviente.
– No te ves demasiado bien. Tal vez deberías venir aquí y acostarte. Hay mucho espacio. ¿No? Acomódate. Bien, entonces el lobo corrió en círculos alrededor de este último tipo. Sólo que algo estuvo mal.
Quise tapar mis oídos. Yo sabía lo que venía. Había sólo un modo de que Winsloe pudiese tener las fotos en ese sobre, sólo un modo de que conociera esta historia. Si el último miembro del equipo hubiera sobrevivido. Si el lobo…
– De alguna manera ese astuto hijo de puta erró. Calculó mal una vuelta o una distancia tal vez. Se puso demasiado cerca. El guardia disparó. ¡Pow! Lobo muerto.
– Déjame… déjame ver las fotos.
Winsloe sacudió el sobre hacia mí. Cuando cayó al suelo, me tambaleé hacia él, rasgándolo y observando el contenido. Tres fotos de un lobo. Un lobo de piel dorada, y ojos azules. Sentí una serpiente subiendo por mi garganta.
– ¿Lo conoces? -preguntó Winsloe.
Me puse en cuclillas, agarrando las fotos.
– ¿No? Bien, estás cansada. Guárdalas. Descansa un poco y piénsalo. Xavier probablemente me espera arriba. Volveré por la mañana.
Winsloe se marchó. No lo vi irse. No lo oí. Todo lo que podía ver eran las fotografías de Clay. Todo lo que podía oír era la palpitación de mi sangre. Otro quejido subió sigilosamente por mi pecho, pero murió antes de alcanzar mi boca. No podía respirar. No podía hacer sonido alguno.
De repente mi cuerpo convulsionó. Una ola de agonía me cegó. Me caí, las fotos revolotearon sobre la alfombra. Los músculos de mis piernas se apretaron inmediatamente, como si hubiera sido atrapada por mil caballos charley. Grité. Las olas golpearon una tras otra en rápida sucesión y grité hasta que no pude respirar. Mis miembros se volvieron fláccidos y se sacudieron como si estuvieran siend dislocados. Alguna débil parte de mi cerebro comprendió que estaba Cambiando y me dije que debía lograr el control antes de que me desgarrara. No lo hice. Lo dejé ir, dejé que la corriente de agonía me atravesara, le di la bienvenida a cada nuevo tormento justo incluso mientras gritaba pidiendo la liberación. Finalmente terminó. Quedé allí, jadeante, vacía. Entonces oí algo. Un rasguño débil en el vestíbulo. Winsloe estaba allí. Mirando. Quise levantarme de un salto, cargar contra la pared, y golpearme contra ella hasta que se rompiera ella o yo. Quise desgarrarlo, bocado por bocado, manteniéndolo vivo hasta que hubiese sacada el último chillido de sus pulmones. Pero la pena me aplastó en el suelo, y no podía encontrar ni siquiera la energía necesaria para estar de pie. Logré levantar mi vientre de la tierra y me arrastré hacia la grieta estrecha entre el pie de la cama y la pared, un lugar donde Winsloe no podía verme. Me enrosqué en el diminuto espacio, metí mi cola bajo mí, y me rendí al dolor.
Pasé la noche rememorando las palabras de Winsloe, luchando contra mi pena al recordar cada una de ellas. ¿Dónde habían visto los guardias al lobo? ¿Detrás del motel o al lado de él? ¿Exactamente cuándo pasó? ¿Qué quiso decir Winsloe con “antes del amanecer”? ¿Había estado claro ya? Mientras me hacía estas preguntas, una parte de mí se preguntaba si yo permitiría que mi mente vagara por futilidades antes de encarar la espantosa posibilidad de la muerte de Clay. No. Estas preguntas contenían pistas, pistas que revelarían la mentira en las palabras de Winsloe. Tenía que encontrar esa mentira. Por otra parte, temí que mi aliento se atascara en mi garganta y me asfixiaría de pena.
De modo que me torturé con la historia de Winsloe, su odiada voz invadiendo y llenando mi cerebro. Encuentra la mentira. Encuentra la inconsistencia, la palabra extraña, el detalle tan obviamente incorrecto. Pero no importa cuantas veces revisé de nuevo su historia, no podía encontrar un error. Si Clay hubiera encontrado al pelotón de salvamento, él habría hecho exactamente lo que Winsloe afirmaba que había hecho: atraerlos al bosque, separarlos, y matarlos, dejando uno vivo para torturar y extraer información. No había ningún modo de que Winsloe pudiese inventar algo tan verdadero acerca del carácter de Clay. Tampoco había cualquier modo de que Winsloe pudiese haber adivinado lo que Clay haría en esa situación. Entonces había dicho la verdad.
Mi corazón chocó contra mi garganta. Jadeé. No, tenía que ser una mentira. Yo sabría si Clay hubiera muerto. Yo habría sentido el momento en que la bala le golpease. Ah, Dios, quería creer que yo sabría si él estuviera muerto. Clay y yo compartíamos una unión psico-física, tal vez porque él era quién me había mordido. Si me hicieran daño a mí y él no estaba cerca para verlo, él lo sentiría, sabiendo que algo andaba mal. Yo experimentaría las mismas punzadas, la misma ansiedad flotante e inquietud si le hicieran daño a él. Yo no había sentido nada esa mañana. ¿O si? Yo había estado dormida al amanecer, drogada por el sedante de Carmichael. ¿Habría sentido algo?
Me detuve. No tenía ningún sentido hablar de situaciones caprichosas como premoniciones y punzadas psíquicas. Aténete a los hechos. Encuentra la mentira allí. Winsloe dijo que el último guardia mató a Clay, luego volvió con las fotos y la historia. Si yo pudiera hablar con ese guardia, tal vez él no sería un mentiroso tan consumado como Winsloe. Tal vez, inhalé bruscamente. El guardia había vuelto con las fotos y la historia. ¿Y el cuerpo?
Si ese guardia hubiera matado a Clay, él habría vuelto con su cuerpo. Por lo menos, le habría tomado fotos. Si había un cadáver o fotos de uno, Winsloe no se habría conformado con exponerme fotografías de Clay vivo. Él sabía exactamente quién era ese lobo y me había contado la historia para torturarme, castigarme. Este era mi castigo por desobedecerlo la noche anterior. Un pequeño paso en falso y él había repartido golpes a diestro y siniestro con el peor castigo que yo podría imaginar. ¿Qué haría él si yo realmente lo enojara?
Finalmente, después de que me hube persuadido de que Clay estaba vivo, el agotamiento llegó y me dormí. Aunque me había dormido como lobo, desperté como humana. Pasaba a veces, en particular si un Cambio era provocado por el miedo o la emoción. Una vez que nos relajamos en el sueño, el cuerpo se transformaba sin causar dolor de vuelta a la forma humana. Entonces desperté, desnuda, con mi cabeza y torso intercalado entre la cama y la pared y mis piernas sobresaliendo.
No me levanté inmediatamente. En vez de eso, pensé en modos de atrapar a Winsloe en una mentira, entonces estaría segura sobre Clay. Tenía que estar segura. Winsloe había dejado las fotos. Tal vez si yo las estudiara vería algo-
– ¡Abre esta maldita puerta ahora! -gritó una voz.
Me puse derecha, golpeando mi cabeza contra la cama. Aturdida, vacilé, luego salí de mi escondrijo.
– ¡Sáquenme de aquí!
La voz de una mujer. Deformada, pero familiar. Me estremecí cuando la reconocí. No. Por favor no. ¿No había sufrido yo bastante?
– ¡Sé que me oyes! ¡Sé que estás ahí!
Con gran renuencia, me moví hacia el agujero en la pared entre mi celda y la siguiente. Yo sabía lo que vería. Mi nuevo vecino. Me incliné para mirar. Bauer estaba de pie mirando hacia la pared de cristal unidireccional, golpeando sus puños silenciosamente contra ella. Su pelo estaba desordenado y enmarañado, su rostro todavía manchado de sangre. Alguien la había vestido con un traje gris poco apropiado que debió haber pertenecido a uno de los guardias más pequeños. Nada de ser la heredera meticulosamente cepillada. Cualquiera que viera a Sondra Bauer ahora la tomaría por una enferma mental de mediana edad encerrada en las entrañas de algún asilo gótico.
Después del alboroto de la noche pasada, ellos habían puesto a Bauer en la siguiente celda. La última brizna de esperanza de mi sueño de fuga se evaporó. Bauer ahora era una presa tanto como yo. Ella no podía ayudarme ni una pizca. Más que eso, yo ahora tenía a un werewolf enloquecido, que había matado a una mujer en la celda de al lado, con un agujero en la pared que nos separaba. ¿Qué estaba haciendo Winsloe? ¿No era la tortura de la noche pasada bastante? Comprendí que nunca sería bastante. Mientras yo estuviera en este lugar, Winsloe encontraría nuevos modos de perseguirme. ¿Por qué? Porque podía.
Quise avanzar lentamente hacia atrás, dentro de mi agujero e ir a dormir. No dormiría, desde luego, pero podría cerrar mis ojos y borrar esta pesadilla, escaparme a algún mundo de fantasía feliz en mi mente, y vivir allí hasta que alguien me rescatara o me matara, lo que viniera primero.
En vez de eso, con gran esfuerzo, me dejé caer de mi cama y contemplé el cuarto. Mi Cambio había destrozado mi ropa. Un tanto para mi rebelión contra el guardarropa. Exhalé. No había tiempo para meditar. Tendría que llevar puesto lo que ellos me habían dado. Primer paso: ponerme presentable. Luego averiguaría por qué Bauer estaba en la celda de al lado.
Cuando salí del cuarto de baño, limpia y vestida, volví al agujero y miré a hurtadillas a través de él, por si la presencia de Bauer allí hubiera sido sólo una torcedura sádica de mi imaginación. No lo era. Ella estaba acurrucada al pie de la puerta, gimiendo y rasguñando el cristal como un gatito atrapado en la lluvia. Yo podría haberla compadecido, pero estaba libre de compasión.
Sentí a alguien en los pasillos. Tal vez no era tanto “sentir” como asumir que Tess o Matasumi observaban al nuevo werewolf. Pasé mis dedos a través de mi pelo, enderecé mi camisa, y avancé hacia mi propia pared de cristal unidireccional.
– ¿Podría hablar con alguien por favor? -pregunté, tranquila y claramente, esperando alejarme de la lunática de la puerta del lado.
Momentos más tarde, dos guardias entraron en mi celda.
– ¿Podría alguien por favor decirme por qué la Sra. Bauer está al lado? -Pregunté.
Ellos se miraron, como si debatieran si debían contestar. Entonces uno dijo, -El Doctor Matasumi sintió que era necesario confinarla. Por razones de seguridad.
Mierda -Ciertamente entiendo eso. ¿Pero podría decirme por qué ella está en ese cuarto en particular? Hay un agujero en la pared que une nuestras celdas.
– Creo que ellos son conscientes de eso.
– ¿Ellos? -Pregunté, con toda inocencia y con los ojos muy abiertos.
– El Doctor Matasumi y el Sr. Winsloe.
– Ah -Inhalé suavemente. Mis dientes dolían con toda esta dulzura-. ¿Entonces ellos son conscientes que han dado a la Sra. Bauer una celda con acceso a la mía?
– El Sr. Winsloe sintió que llenaba todas las exigencias de seguridad necesarias.
Con una sonrisa tan dulce como pude poner, les agradecí por su tiempo y se marcharon. Entonces yo había tenido razón. Esta era la idea de Winsloe. Poner a Bauer en la celda al lado de la mía, dejar el agujero abierto sin arreglar, y ver lo que pasa.
Una vez que se hubieron ido, revisé el agujero. Yo lo rasgado abierto casi hasta el acero, y medía menos de treinta centímetros cuadrados. Así que no había verdadero riesgo de que Bauer se abriera camino. A lo más podríamos comunicarnos.
Sin advertencia, Bauer saltó sobre sus pies y cerró de golpe sus puños contra el cristal-.¡Abre esta puerta, ustedes bastardos de mierda! ¡Ábranla o arrancaré sus malditos corazones! Soy el gran lobo malo ahora. Puedo resollar y puedo resoplar y los haré volar en añicos -Su voz se transformó en una risa aguda entorpecida por el hipo.
Bien, teóricamente podríamos comunicarnos.
Examiné las fotos de Clay buscando pistas en relación a cuándo y dónde habían sido tomadas. La fecha estampada en la parte posterior decía 27 de Agosto. Mentalmente conté los días. El 27 de agosto había sido ayer. Entonces la historia de Winsloe había sido cierta al menos en la parte sobre alguien que había tomado estas fotografías de Clay la mañana anterior. Yo todavía rechazaba creer que él estaba muerto. Juzgando a través del realismo del cuento de Winsloe, asumí que Clay realmente había matado a varios miembros de su pelotón. Eso tenía sentido. Si Jeremy descubriera que esos guardias seguían al grupo, él habría enviado a Clay tras ellos con instrucciones de traer uno vivo para interrogarlo. Pero la última vez que yo había visto a Clay, él no había estado en forma para misiones de elevado riesgo.
– ¿Lo reconoces?
Giré para ver a Winsloe y a sus dos guardias en mi celda.
Winsloe sonrió-.¿La audición de werewolg no está al nivel adecuado esta mañana, Elena?
¿Vienes a ver cuanto daño provocó tu sádica estratagema, Ty? De acuerdo, el derrumbamiento de la noche anterior es toda la recompensa que vas a conseguir. Yo estaba de vuelta y lista para entrar al juego.
– Lo lamento -dije-. Estaba ocupada estudiando estas fotografías. Él me parece vagamente familiar, pero no puedo unirlo a un nombre -Con los ojos todavía en las fotos, pregunté-, Y ¿cómo fue el asunto de Xavier y el coñac?
Una fracción de segundo de vacilación. Eché una ojeada por el rabillo del ojo y vi la boca de Winsloe apretarse. Me marqué un tanto. Me mordí la mejilla para impedirme sonreír abiertamente. Winsloe hizo rodar sus hombros y cruzó el cuarto. Cuando él me miró de nuevo, había repuesto su sonrisa.
– El bastardo nunca se mostró -dijo Winsloe-. Probablemente se paró en algún sitio a dormir el Jack Daniel´s.
Ah, sí. Dormir en un hotel de cinco estrellas en algún sitio con una cartera llena del dinero en efectivo de Winsloe.
– Probablemente -dije-. Ahora, sobre este lobo que quieres que identifique, como te dije anoche, un olor sería mejor. Consígueme un olor y, si he conocido al tipo, lo sabré.
– ¿Eres así de buena?
Sonreí -La mejor. Si tuvieras una prenda de vestir o -sacudí mi cabeza-. Ya sé. El cuerpo. ¿Tienes el cuerpo, verdad? El doctor Matasumi no dejaría el cuerpo en los bosques para que alguien lo encontrara. Llévame a él y te daré esa identificación.
Winsloe sacó mi silla de comedor y se sentó en ello, buscando unos segundos extras. Vamos, idiota. Piensa rápido.
– Bueno, eso es un problema -dijo Winsloe-. El guardia realmente se reorganizó después de que le pegó un tiro al bruto. Volvió aquí. Larry y Tucker lo avergonzado tanto que no lo creerías. ¿dejar un cadáver de werewolf en los bosques? No contratamos a estos tipos por sus sesos, eso es seguro. Tucker trajo un nuevo equipo ayer por la tarde y los envió para recuperar el cuerpo. Sólo que no pudieron. Adivina por qué.
– Se había ido.
Winsloe se rió e inclinó el respaldo -Una compañía de trucos. Ya te lo imaginas. Ellos encontraron el lugar y sangre, pero ningún cuerpo. Ahora Larry está furioso, pensando que el proyecto está en peligro porque alguien encontró el cuerpo. Pero hay otra posibilidad, ¿O no? Que el werewolf todavía esté vivo -Winsloe tarareó el tema de Halloween-. De modo que ordené que otro equipo comenzara a buscar nuestro misterio inmortal. Pero no te preocupes.
– ¿Sobre qué?
Winsloe sonrió abiertamente -Sé lo que estás pensando, Elena. No pongas cara de pollito para mí. Te preocupa que lo encontremos. ¿Tengo razón?
– Realmente no me importa.
– Claro que lo haces. Estás preocupada que traigamos a este ‘callejero’ aquí y él trate de herirte, como Lake. O, peor aún, que pueda usurpar tu posición aquí, que lo encontremos un espécimen más interesante y te eliminemos. Pero eso no pasará. No dejaré que suceda, Elena. Eres demasiado importante para mí. Ningún otro werewolf tomará tu lugar. Me he asegurado de eso. Antes de que ese último equipo se marchara, los separé para hablarles aparte y prometí una recompensa de cien mil dólares para el que me trajera la cabeza. Sólo la cabeza. Lo dejé claro. No quiero al werewolf vivo.
Él se puso de pie para marcharse. Apreté mis puños, mis uñas hundiéndose en mis palmas hasta que olí la sangre. Winsloe dio cinco pasos. Ryman me sonrió con satisfacción, luego abrió la puerta para Winsloe. Antes de atravesarla, Winsloe chasqueó sus dedos, tiró un sobre más pequeño de su bolsillo, y lo lanzó a mis pies.
– Casi lo olvido. Nuevas fotos de vigilancia. Frescas de la noche pasada. Parece que Tucker estaba usando su cerebro, enviando a un nuevo equipo para encontrar a tus amigos. Los encontraron. Durante unas pocas horas al menos. Han perdido la pista desde entonces, pero te mantendré informada. Sé que estás preocupada.
Apreté mis dientes. Dagas de furia amenazaron con partir mi cráneo.
– Parece que buscan a alguien -continuó Winsloe.
– A mí -logré decir.
– Ah, asumo eso, pero ahora alguien más se ha perdido. Nuestro equipo logró capturar algunos pedazos de conversación. Alguien ha saltado del barco. Alguien importante. La cuestión es que tenemos problemas para imaginarnos quién es. Larry está trabajando en ello, comparando estas nuevas fotografías con las antiguas. Tal vez puedas ver quién se perdió. Aunque no es necesario que me digas. Yo no te pediría que delataras a tus amigos.
Winsloe se marchó. Cerré mis ojos, sintiendo la puñalada de dolor atravesar mi cráneo y mis palma. Me tomó varios minutos más estar lista para mirar las fotos. Cuando lo estuve, encontré fotografías del grupo rastreando y acordonando la zona. No tuve que imaginar quién se había perdido. Una mirada a la expresión de Jeremy me lo dijo. Clay se había ido. Él no había estado actuando bajo las órdenes de Jeremy la mañana anterior, cuando había detectado el antiguo equipo de búsqueda. Él estaba solo. Solo.
Clay venía tras de mí.
Pasé el resto de la mañana atormentando mi cerebro con un nuevo plan de fuga. Tenía que salir. No finalmente, no pronto, sino ahora, inmediatamente, antes de que Winsloe se cansara de este último juego y aumentara la apuesta inicial otra vez. Pero por más que luchaba para lograr una idea, más pánico sentía, y más pánico me entraba, más difícil se me hacía lograr una idea. Tenía que calmarme o nunca lograría pensar en algo.
Bauer se sentó más tarde que en la mañana. Cuando estuve segura que estaba lúcida -lo que determiné por el hecho de que ella había dejado de gritar y había comenzado a comer su desayuno -me acerqué al agujero e intenté hablar con ella. Me ignoró. Cuando terminó su comida, buscó un lápiz y papel en un cajón y escribió una carta de dos páginas, luego caminó hasta la puerta y cortésmente pidió a alguien que la entregara. Yo podía adivinar el contenido: una súplica de liberación, una versión más razonable de lo que había estado vociferando durante las últimas horas.
De modo que Bauer quería salir. Bueno, al igual que el resto de nosotros. ¿Parecía ella “una invitada” ahora? Cuando pensé esto, un plan se formó en mi cerebro. Bauer quería salir. Yo quería salir. Cuando yo había ido a cuidarla, yo había esperado que en su gratitud ella me ayudara a escaparme. La gratitud era inadmisible ahora. ¿Pero que había con respecto a una fuga? ¿Y si yo le ofreciera llevarla conmigo? Bauer conocía las debilidades del complejo y su sistema de seguridad -eso era si estuviera lo bastante sana para recordar. Combinando mi fuerza y experiencia con su conocimiento podríamos hacer un equipo formidable. No era exactamente un plan completo e infalible, pero era un principio.
Un problema que restaba -bueno, de acuerdo, había un montón de problemas restantes- pero uno bien grande era como escapar de las celdas. Consideré la posibilidad de organizar algo que me sacara de mi cuarto. Seguro, probablemente yo podría hacerlo, pero ¿podría sacar a Bauer al mismo tiempo? Poco probable. Cuando los guardias trajeron mi almuerzo, estudié la puerta cuando se abrió, observando como operaba, buscando una debilidad. Entonces noté algo tan ostensible que me di una patada por no haberlo visto antes. Los guardias no cerraban completamente la puerta. Nunca lo hacían. ¿Por qué? Porque la puerta sólo se abría desde el exterior y ellos nunca traían un guardia extra para que se quedara de pie en el pasillo y les abriera, mientras que Bauer y Matasumi siempre lo hacían. Cuando entraban, dejaban la puerta entornada unos centímetros, dándoles el espacio de un dedo para abrirla. ¿Cómo podría usar esto en mi ventaja? Bien, podía dejar inconsciente a un guardia mientras el otro sacaba su arma y me disparaba -de acuerdo, mala idea. Podría decir, -Oye, ¿qué va avanzando lentamente por la pared? -y lograr escapar mientras ellos se daban vuelta. Umm, no. Mejor pensarlo un poco.