Este libro no habría sido posible sin una amplia investigación en Marruecos, fundamentalmente para ver cómo todos los niveles de la sociedad marroquí reaccionan a la fricción entre el Islam y Occidente. Me gustaría darle las gracias a Laila por su hospitalidad y por presentarme a gente de todos los estratos sociales y profesionales. Me proporcionó una valiosa información de cuál es el punto de vista del mundo árabe. Debo recalcar que aunque todas las opiniones están representadas con fidelidad, ninguno de los personajes de este libro se parece ni remotamente a ninguna persona real, viva o muerta. Todos son producto de mi imaginación y se crearon para llevar a cabo sus funciones en mi relato.
Como siempre, me gustaría darles las gracias a mis amigos Mick Lawson y José Manuel Blanco por alojarme y por soportarme. Me facilitaron enormemente la parte sevillana de mi investigación. Mi agradecimiento a la escuela de idiomas Linc de Sevilla y a mi profesora Lourdes Martínez por hacer todo lo posible por mejorar mi español.
Llevo más de diez años publicando en Harper Collins, y creo que es de justicia que después de una década de esforzado trabajo en mis libros dé las gracias a mi editora, Julia Wisdom, que no sólo me ha aportado sus perspicaces consejos y ha hecho que mis libros se vendan con éxito, sino que ha sido también una de mis mayores defensoras en la empresa.
Por último, me gustaría dar las gracias a mi esposa, Jane, que me ha ayudado en mi investigación y espoleado durante los largos meses de redacción, y ha sido mi primera lectora y crítica, sin desfallecer nunca. Algunos creen que ser escritor es duro, pero pensad por un momento en la mujer del escritor, que además de trabajar y prestar su apoyo tiene que presenciar abundante tortura y sufrimiento, sin obtener elogios y escasa compensación por los horrores que se ve obligada a presenciar. Es algo que sólo harías por amor, y le doy las gracias y se lo devuelvo multiplicado por dos.