Los 36 hombres justos es una obra de ficción, pero está basada en ciertos hechos comprobados. Primero, la leyenda de los lamad vav, los treinta y seis excepcionales individuos cuya virtud sostiene el universo, es una constante de la tradición judía. Los libros y ensayos que cita el rabino Mandelbaum durante su charla con Will son reales y, para aquellos a los que han despertado su interés, dignos de ser consultados. El punto de partida obvio es The Messianic Idea in Judaism, de Gershom Scholem (Schocken, Nueva York, 1971). Scholem explica la historia relatada por Mandelbaum, que aparece en el Talmud Palestino y data del siglo III. Habla de un rabino que vio que, cada vez que cierto hombre participaba en los actos religiosos, las plegarias de la comunidad para que lloviera eran atendidas. Ese hombre era conocido como Pentakaka, un nombre derivado del griego cuyo significado literal es «Cinco pecados». Pentakaka ofrecía prostitutas e incluso tocaba música y bailaba para ellas; sin embargo, cuando una mujer se ofreció a convertirse en una de ellas para evitar que su marido fuera a la cárcel, Pentakaka prefirió vender sus pertenencias y ofrecerle el dinero así obtenido antes de permitir semejante indignidad. En otras palabras, la historia de Howard Macrae no es totalmente inventada: su acto de bondad está documentado y tiene al menos mil setecientos años de antigüedad.
La buena obra de Jean-Claude Paul en Haití -la de crear una cámara secreta que preserve el anonimato de los que dan y reciben caridad- tiene raíces aún más antiguas. «La cámara de los secretos», tal como se la llamaba, existió en el templo de Salomón, que fue el santo lugar del judaísmo desde el año 953 a. C. hasta su destrucción en el año 586 d. C. Representaba la encarnación de un principio básico: que el acto de dar no debía suponer gloria ni humillación para quienes intervinieran en él, sino que debía consistir simplemente en un acto de justicia.
Es también un hecho que existe una amplia comunidad hasídica en Crown Heights, una comunidad que todavía lamenta la muerte del Rebbe, ocurrida hace unos años, y que sigue extendiendo sus esfuerzos por el mundo. El Rebbe de los Lubavitch o Movimiento Chabad fue una figura notable, a quien muchos de sus seguidores consideraban el Mesías. Algunos lo siguen creyendo.
Por último, la teología de la sustitución o «supresionismo» no es ninguna invención. Muchos cristianos sostienen que los judíos han perdido su papel de pueblo elegido de Dios, condición que ha pasado a los que siguen a Jesucristo. La cita de la enciclopedia Wikipedia que Will lee sobre ese asunto no ha sido inventada, sino transcrita literalmente.
Todo lo dicho son hechos ciertos. En cuanto a lo demás, ¿quién puede saberlo con certeza?