Stacy Shoemauher es una mujer simpática de pelo oscuro y carmín corrido. Lleva un traje de chaqueta azul claro, de esos que te hacen parecer más gorda y más bajita. Si no fuera una empleada de la revista (aunque en recursos humanos, no en la redacción) sería una candidata ideal para el próximo makeover. Siempre estamos buscando chicas bajas y gorditas.
Su escritorio está lleno de papeles y las paredes de su despacho están adornadas con posters de naturaleza, de esos que estarían prohibidos en la redacción.
Stacy me hace un gesto con la mano para que me siente. Yo debo parecerle un poco indecisa, pero es la primera vez que voy al departamento de recursos humanos.
– ¿Qué querías?
– Quiero informar sobre una sección C.
– ¿Una sección C? -repite Stacy. Su sonrisa ha desaparecido.
– Sí, sección C, apartado 2.
– ¿Estás segura?
– Estoy segura.
Stacy deja escapar un suspiro.
– Aquí nos tomamos muy en serio el tema de la etiqueta en el vestir. ¿Seguro que no eran zapatos? -me pregunta, sacando una carpeta del cajón-. Con la moda de hoy, a veces es difícil distinguir. Y Fashionista es un sitio tan moderno… Una vez vino una editora a quejarse porque su ayudante iba en biquini, pero resultó ser un top de Betsey Johnson.
– Iba en zapatillas. Estoy segura.
Con desgana, Stacey me da un formulario que debo cumplimentar. Como me he leído las reglas de la editorial de cabo a rabo antes de subir, termino de hacerlo en un momento.
– ¿Alguna cosa más?
– ¿Te importaría mirar su expediente? Me temo que ésta es su segunda infracción.
Stacey se levanta para sacar el expediente de Alex Keller del archivo.
– No me lo puedo creer. Nadie viola el código de etiqueta dos veces.
Su expediente sólo contiene el curriculum y una tarjeta con su dirección y su número de teléfono.
– El expediente está limpio.
– ¿Estás segura? -pregunto yo, mirando la tarjeta.
Tengo que memorizar un número de teléfono y una dirección: 604…
– ¿De que su expediente está limpio? Por supuesto. No hay una sola queja, excepto la tuya. Pero no la archivaremos hasta haber hecho una investigación exhaustiva.
– Pero eso no es posible…
Alex Keller lleva seis años cabreando a toda la redacción. ¿Cómo es posible que no haya nada en su expediente?
– ¿Por qué no?
– Porque es beligerante, regaña a todo el mundo y parece tener un serio problema para controlar su mal genio.
– Si estás hablando de algún incidente en concreto, puedes presentar una queja -replica Stacey.
Se me ocurren varios incidentes y nada me gustaría más que pasarme el día presentando quejas contra Alex Keller, pero no puedo quedarme. Se me está empezando a olvidar su dirección.