Mi primer día de trabajo

– Vig, ¿cómo es tu compañera de piso?

– Alta, rubia y de ojos verdes.

– ¿Tiene tipo de chico, como tú?

– ¿Qué?

– ¿Es alta, flaca, plana?

– Pues…

– Quiero saber si es completamente plana. Si un equipo de seis cartógrafos entrenados podría encontrar una sola curva en todo su cuerpo.

– Pues…

– Porque si tiene una sola curva, no me vale. Necesitamos alguien tan plano como una llanura de Utah. Podríamos usarte a ti, pero las normas de la empresa no nos permiten contratar a nuestros propios empleados. Podría despedirte, pero entonces tendría que ponerme a buscar otra ayudante y no tengo veinte minutos. Mira, vete a la agencia Ford en Soho y diles que necesitamos una chica como tú para el artículo sobre damas de honor con tipos horrorosos. Insiste en que necesitamos una modelo que parezca real, como una de nuestras lectoras, pero no tan fofa. Y diles que necesitamos una chica gorda también. Una modelo de tallas grandes que sea guapa. Que sea muy guapa, ¿eh? No estamos en el negocio de las revistas femeninas para anunciar caras feas. Vamos, vete, ¿a qué esperas? Vuelve en media ahora y no olvides ir a buscar mi almuerzo. Quiero un sándwich de atún en pan integral con una hoja de lechuga Iceberg. Encárgalo en Mangia. El número está en mi agenda. Y deja de mirarme con esa cara de tonta. Este no es uno de esos puestos de trabajo en los que te quedas media hora hablando por los pasillos sobre la programación del día anterior. Y no te olvides del café. Lo quiero solo.

Загрузка...