Capítulo 85

La dueña de Muramaris, Anita Thorén, tardó menos de un cuarto de hora en presentarse en comisaría cuando Knutas la llamó.

– Me alegro de que hayas podido venir tan pronto. Como ya te he anticipado por teléfono, queremos que veas unas fotografías.

– Muy bien.

Anita Thorén se sentó en el sofá que Knutas tenía para las visitas y el comisario colocó ante ella cinco fotografías de hombres de unos veinticinco años. Le pidió que las mirase con atención y que se tomara el tiempo necesario. Karin y Wittberg estaban presentes en calidad de testigos.

– Es este de aquí -afirmó ella-. Él es la persona que alquiló la casa en febrero. No tengo la menor duda.

El silencio se podía cortar en el despacho de Knutas cuando depositó la fotografía en la mesa. Se trataba de un hombre joven, sonriente. Llevaba el pelo corto, y parecía una persona que prestaba atención a su aspecto. Se veía que era un joven musculoso y bien entrenado.

El joven que sonreía ante la cámara no era otro que David Mattson.

Загрузка...