223

Para comprender, me he destruido. Comprender es olvidarse de amar. Nada conozco más al mismo tiempo falso y significativo que aquel dicho de Leonardo da Vinci de que no se puede amar u odiar una cosa sino después de comprenderla.

La soledad me desoía; la compañía me oprime. La presencia de otra persona me descamina los pensamientos; sueño su presencia con una distracción especial, que toda mi atención analítica no consigue definir.

Загрузка...